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Sucesión en la Empresa Familiar

Un plan de sucesión familiar es una estrategia diseñada para asegurar la continuidad de una empresa familiar cuando el líder actual deja su cargo, ya sea por retiro, fallecimiento o cualquier otra circunstancia. Tener un plan de sucesión es esencial para garantizar que todo continúe funcionando sin interrupciones cuando el líder actual se retire, además, su propósito es asegurar una transición ordenada minimizando conflictos, protegiendo el patrimonio y dando continuidad al negocio.

La planificación de la sucesión familiar en una empresa que enfrenta desafíos significativos, como la falta de un sucesor dispuesto o capacitado, conflictos internos que dificultan una gestión compartida, y la ausencia de experiencia en el líder elegido. Además, postergar el proceso hasta el último momento puede generar decisiones apresuradas que comprometen la estabilidad del negocio. Por ello, anticipar la transición con una estrategia clara es esencial para garantizar la continuidad y éxito de la empresa.

Un plan de sucesión familiar facilita a los sucesores, a que a través del tiempo desarrollen y continúen el trabajo de las personas clave de la empresa. Fortalece la empresa al desarrollar líderes comprometidos y con profundo conocimiento del negocio, permitiendo la generación de ideas innovadoras a largo plazo. Además, impulsa la mejora continua de procesos y estructuras, optimizando el desempeño y la calidad de los productos o servicios. La empresa gana reputación y solidez, lo que facilita la retención de talento altamente capacitado y, fomenta la motivación del equipo, asegurando el cumplimiento de objetivos y la sostenibilidad del negocio.

No existe un procedimiento fijo para crear un plan, pero hay ciertos pasos fundamentales que se pueden seguir para desarrollar un plan sólido:

  1. Hacer un análisis de la situación actual de la empresa: es indispensable tener claro el estatus del negocio en el presente. Esto es, revisar la situación financiera, administrativa, y la relación con los clientes y proveedores. En caso de ser necesario, es recomendable solicitar la asistencia de un especialista externo con el fin de obtener una perspectiva más objetiva. Asimismo, es fundamental identificar y determinar quién desea involucrarse directamente en la gestión de la empresa familiar.
  2. Establecer la dirección futura de la empresa: Es fundamental definir objetivos a largo plazo y garantizar que el sucesor esté alineado con dichos objetivos. ‎
  3. Seleccionar a los posibles sucesores: Evaluar a los miembros de la familia y a los candidatos externos, identificar sus intereses y capacidades.
  4. Desarrollar el plan de sucesión: Una vez identificados los puntos anteriores, comenzar con la creación del plan. Esto incluye establecer una transición en la administración de la empresa para que esta no se vea afectada durante el proceso de llegada de la nueva dirección, definir roles, responsabilidades y crear un cronograma con fechas clave del proceso.
  5. Comunicar el plan de sucesión: Es esencial que todas las partes interesadas en la empresa estén informadas sobre los cambios. La comunicación debe ser clara y estructurada, para garantizar una transición lo más eficiente posible.
  6. Monitorear y actualizar el plan: Es importante hacer un seguimiento de los objetivos a largo plazo y ajustar el plan según sea necesario, contando para ello con el asesoramiento de profesionales externos.

Conclusión

Una de las causas de la desintegración de las empresas familiares es la falta de planeación para la sucesión. Es responsabilidad de los fundadores o líderes asegurar que la empresa se mantenga en las siguientes generaciones, garantizando que el negocio continúe desarrollándose.